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Entrevista a Alma García en Más Noticias

Hay historias que se viven tan intensamente que terminan marcadas en la piel. Alma García, actriz, dramaturga y ahora nominada a los Premios Max por Contra Ana, ha hecho del escenario un lugar para la autenticidad. Para ella, la nominación es mucho más que un reconocimiento profesional: es el fin de un viaje que empezó en silencio, en el interior de una habitación de ingreso, y que ahora suena con fuerza en los teatros de toda España.

Para mí esto es un sueño. Me imagino a mí misma hace cinco años y ni siquiera hubiera pensado en ir a una gala de los Max”, dice. Y lo cuenta todavía sin terminar de creérselo, con la emoción muy presente: “Me eché a llorar en cuanto vi la nominación. Estaba en Barcelona, temblando, y lo primero que hice fue llamar a mi madre. Ella también ha llegado conmigo hasta aquí”.

La obra surge de una experiencia profundamente personal: un ingreso hospitalario de casi un año y medio por un trastorno de la conducta alimentaria cuando tenía 17 años. Pero no fue un impulso reciente. La semilla de Contra Ana se plantó durante aquel ingreso, cuando Alma ya escribía y sentía que, de algún modo, tenía que contar lo que vivía. “Hacía entrevistas a otras chicas, les decía: ‘Tenemos que hacer algo con todo esto’. Porque era un universo muy loco, muy duro también. Una rutina casi militar, un sistema que te despersonaliza”.

Pero no fue hasta los 24 o 25 años cuando la historia encontró forma. “Fue como un vómito. Lo utilizo también como metáfora en la obra. Llevaba tanto tiempo dentro de mí, cociéndose a fuego lento, que cuando me senté a escribirla, en apenas una semana y cinco días ya tenía el borrador terminado”.

Leer entrevista completa en: Diario más noticias

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