Entrevista a Héctor Carballo

El pasado mes de febrero se estrenó en Movistar Plus+ La vida breve, una comedia histórica ambientada en el siglo XVIII sobre el corto periodo de reinado de Luis I de Borbón, en la que el actor orensano Héctor Carballo interpreta a Serrano, el caballerizo de este rey. La serie, creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, está protagonizada por Javier Gutiérrez, Leonor Watling, Carlos Scholz y Alicia Armenteros.
Sobre los escenarios, Héctor Carballo representa en la actualidad La función que sale mal, una comedia en la que alterna dos personajes. En ocasiones, interpreta a Chris, el director de Asesinato en la mansión Haversham, que a su vez da vida al inspector Carter dentro de la obra y en otras a Dennis, el actor que es el mayordomo Perkins.
Actor todoterreno, con más de 20 años de profesión, podemos encontrar en su trayectoria teatral obras como Don Juan de Alcalá, Shakespeare en 97 minutos o Matilda, el musical por la que fue nominado en 2023 a los Premios del Teatro Musical a Mejor Actor de Reparto.
Su debut en televisión se produjo en 2014 en la serie de TVE 1 Isabel, a la que seguiría unos años más tarde A estiba, un thriller policial de 17 episodios emitido en prime time en la Televisión Gallega (TVG) e inspirado en el trabajo de la Policía Nacional en un puerto gallego.
En cine, Salta y ¿Qué hicimos mal? han sido hasta la fecha los largometrajes en los que ha participado.
¿Cómo ha sido tu estancia en el siglo XVIII?
He de reconocer que maravillosa y tortuosa a la vez. Maravillosa porque cuando como actriz o actor te pones esos trajes, esos maquillajes, esas pelucas… es una pasada. Además, en esta serie hemos tenido la gran suerte de grabar, gracias a la colaboración de Patrimonio Nacional, en el Palacio Real de Aranjuez, La Granja de San Ildefonso o La Real Posesión de la Quinta del Pardo.
Cuando se rueda con ese vestuario y en las localizaciones reales, es mucho más fácil meterte en situación, porque claro, estás allí.
Lo malo del vestuario de época es que no estaba diseñado para ser cómodo, ja, ja, ja. Dentro de eso, reconozco que con mi personaje soy de los mejores parado porque no llevo peluca y las pelucas eran una tortuosidad, según decían. Mi ropa también era relativamente cómoda, digo relativamente, porque los zapatos de época que tenían que llevar no fueron hechos para hacer maratones. Pero yo no tenía que llevar corsés como compañeras o pelucones enormes o trajes que pesaban mucho.
Mi estancia en el siglo XVIII, por tanto, ha sido bastante agradable, teniendo en cuenta que vivía en palacio, porque en el siglo XVIII, para el pueblo debía ser bastante insoportable.
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